¿Habrá otro músico nacional capaz de convocar a tantos compañeros y amigos que armen semejante fiesta en su honor? Difícil imaginarlo. Lo que se vivió ayer a la tarde en Tecnopolis fue una verdadera fiesta de rock, con muchas sonrisas y abrazos y casi nada de golpes bajos (porque así lo hubiera preferido Pappo). Este fue uno más de los tantos homenajes que le rindieron al Carpo tras su fatal accidente en febrero de 2005. Monumentos, murales, encuentros motoqueres y hasta festivales se armaron en su honor (los tributos se los dejamos a Sabina y Arjona), aunque ninguno de semejante convocatoria como este que organizaron su hijo Luciano Napolitano (por momentos si cerrás los ojos escuchás al padre) y su amigo Jorge Corcho Rodríguez.
Las otras estrellas de la tarde fueron Gustavo Chizzo Nápoli y Claudio Tano Marciello, venerados por las 4 mil personas que disfrutaron de las cuatro horas en las que 25 músicos repasaron la vasta carrera del Carpo. También participaron los otros integrantes de La Renga, Beto Ceriotti, Alambre González (uno de los que más tocó junto con el guitarrista de Almafuerte), Michel Peyronel, Black Amaya, Luís Robinson (armónica y voz), Sarco y Nicolás Raffeta, que salvo en dos o tres temas se adueñó del teclado. Entre otras cosas, la fiesta fue un verdadero éxito porque tuvo una logística muy buena, muchos instrumentos en el escenario y músicos que entraban y salían, prácticamente no hubo baches entre canciones. Y salvo en los tramos acústicos (JAF cantó Desconfío y Botafogo en Trabajando en el ferrocarril y Andrés Jiménez en Siempre lo mismo) en cada tema tocaban cuatro o cinco guitarristas. “Mirá cuántos violeros hacen falta para reemplazar a Pappo”, tiró espectador de casi 50 años, con una remera negra gastada de Riff y su hijo en andas.
También aportaron los suyo Andrea Álvarez, Nacho Smilarin, Machy Madco, Lisardo Álvarez, Luís Bell, Nicolás Bereciartúa, Ismael Sokol, Jimmy Reed, Alejandro Medina y Emilio Villanueva. Vitico fuera del país no pudo ser parte de la fiesta, al igual que Juanse, que está de gira por el interior presentando su nuevo material. A esta altura ya no sorprende aunque sí llama la atención la presencia de Amado “no me pierdo una” Boudou. Habrá sido por caso el precio que había que pagar para usar las instalaciones de Tecnopolis. No creemos que el Ministro de Economía y candidato a Vicepresidente en las próximas elecciones haya participado por sus cualidades musicales (que por cierto son bastante limitadas), ni por su amistad con Pappo.
El final fue con todos los músicos que participaron del homenaje en el escenario haciendo una tremenda e interminable zapada dirigida por Chizzo Nápoli en la que cada integrante se lució con un solo. Luego, la ovación de la gente, el saludo reverencial de los músicos, mientras que en la pantalla gigante proyectan un video de Pappo tocando Juntos a la par. Nos queda su música, que no es poco.
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